La película "Arena", del director de cine austríaco Günter Schwaiger, que recorre el mundo de los toros a través de la mirada del torero, se estrenó en el Festival de Cine Internacional de Viena (Viennale) en un controvertido clima por la tensión que produjo la presencia en las puertas de la sala de un grupo antitaurino que había pedido su retirada de la programación.
"Afortunadamente fueron educados. Repartieron sus panfletos y no molestaron. Eran pocos, un número insignificante en comparación con los que fueron a ver y disfrutar de la película. Pero no entiendo por qué se marcharon renunciando a verla, pues podían haber participado enel coloquio que tuvo mucha emoción y resultó interesantísimo", dijo hoy a EFE el director Günter Schwaiger.
"De lo que no se conoce no se puede opinar, y ellos, sin saber de qué va el espectáculo taurino, se atrevieron a pedir que no se proyectara.
Sin embargo, nos ha sorprendido y emocionado lo bien que se ha recibido el film entre el gran público, que agotó la entradas desde hace varios días y ha seguido la proyección con mucha atención. La aceptación final ha sido grande, esto es lo importante", insiste Schwaiger.
En la película se da la palabra a los profesionales del toreo y a los aficionados, pero también a los detractores de la tauromaquia, de forma que el cineasta sale al paso de la posición "anti" argumentando que "prohibir los pensamientos nunca ha sido posible, y cuando se ha intentado hacerlo, siempre derivó en la represión más absoluta".
El documental, una coproducción hispano-austríaca en la que participan "Televisión Española" (TVE) y la televisión púbica austríaca "Oesterreichischer Rundfunk" (ORF), llegará en los próximos meses a las pantallas españolas. Y esta primera presentación al público en el marco de la Viennale ha tenido lugar en la sala "Künstlerhaus", "un lugar estupendo para estrenar, auténtico palacio de arte. Un privilegio poder estar ahí", insiste el cineasta.
"Arena" retrata sugestivas facetas del mundo del toro desde los pensamientos y actitudes de los propios toreros que a la postre son sus protagonistas, figuras ya consagradas como "Morante de la Puebla", José Tomás y Sebastián Castella, entre otros, además de los noveles, alumnos y colaboradores de la Escuela Taurina de Madrid.
Los escenarios del film son en su mayoría la madrileña Escuela Taurina del Batán así como otros cosos de España, Francia, Portugal y Colombia, por donde el director de la cinta hace un viaje muy personal para adentrase en el toreo, un mundo que define como "singular fenómeno de la cultura occidental".
La estructura de la película es una especie de mosaico cuyas piezas han sido recortadas de los diferentes paisajes, caras y facetas de lo taurino, que Schwaiger ha ido descubriendo desde la curiosidad, el asombro y la fascinación.
En el coloquio posterior a la proyección estuvieron presentes dos novilleros, alumnos de la Escuela Taurina de Madrid, el español Juan Guerrero y el colombiano Juan Duque, que intervienen también en la cinta. "Fueron muy interesantes las preguntas que les hicieron y sus respuestas. La gente quedó encantada, la mayoría deseando conocer en directo una corrida de toros", precisa.
Y algo particularmente emocionante, en el final, la secuencia del indulto del bravo toro "Idílico", grabada en la plaza monumental de Barcelona, abarrotada aquel 21 de septiembre de 2008, con un José Tomás, mito viviente, pletórico de arte y valor, de entrega y dominio, en perfecta comunión toro, torero y púbico.
"El espectador de la sala lo vivió casi como si estuviera en el tendido. Hasta ahí llega la grandeza de esta fiesta", se entusiasma el director, quien finalmente reconoce sobre las dificultades para rodar que "todo ha sido tan imprevisible como el desarrollo mismo de una corrida de toros: hay que escuchar mucho y observar sin cesar, y aún así siempre te quedan cosas por contar".
"Afortunadamente fueron educados. Repartieron sus panfletos y no molestaron. Eran pocos, un número insignificante en comparación con los que fueron a ver y disfrutar de la película. Pero no entiendo por qué se marcharon renunciando a verla, pues podían haber participado enel coloquio que tuvo mucha emoción y resultó interesantísimo", dijo hoy a EFE el director Günter Schwaiger.
"De lo que no se conoce no se puede opinar, y ellos, sin saber de qué va el espectáculo taurino, se atrevieron a pedir que no se proyectara.
Sin embargo, nos ha sorprendido y emocionado lo bien que se ha recibido el film entre el gran público, que agotó la entradas desde hace varios días y ha seguido la proyección con mucha atención. La aceptación final ha sido grande, esto es lo importante", insiste Schwaiger.
En la película se da la palabra a los profesionales del toreo y a los aficionados, pero también a los detractores de la tauromaquia, de forma que el cineasta sale al paso de la posición "anti" argumentando que "prohibir los pensamientos nunca ha sido posible, y cuando se ha intentado hacerlo, siempre derivó en la represión más absoluta".
El documental, una coproducción hispano-austríaca en la que participan "Televisión Española" (TVE) y la televisión púbica austríaca "Oesterreichischer Rundfunk" (ORF), llegará en los próximos meses a las pantallas españolas. Y esta primera presentación al público en el marco de la Viennale ha tenido lugar en la sala "Künstlerhaus", "un lugar estupendo para estrenar, auténtico palacio de arte. Un privilegio poder estar ahí", insiste el cineasta.
"Arena" retrata sugestivas facetas del mundo del toro desde los pensamientos y actitudes de los propios toreros que a la postre son sus protagonistas, figuras ya consagradas como "Morante de la Puebla", José Tomás y Sebastián Castella, entre otros, además de los noveles, alumnos y colaboradores de la Escuela Taurina de Madrid.
Los escenarios del film son en su mayoría la madrileña Escuela Taurina del Batán así como otros cosos de España, Francia, Portugal y Colombia, por donde el director de la cinta hace un viaje muy personal para adentrase en el toreo, un mundo que define como "singular fenómeno de la cultura occidental".
La estructura de la película es una especie de mosaico cuyas piezas han sido recortadas de los diferentes paisajes, caras y facetas de lo taurino, que Schwaiger ha ido descubriendo desde la curiosidad, el asombro y la fascinación.
En el coloquio posterior a la proyección estuvieron presentes dos novilleros, alumnos de la Escuela Taurina de Madrid, el español Juan Guerrero y el colombiano Juan Duque, que intervienen también en la cinta. "Fueron muy interesantes las preguntas que les hicieron y sus respuestas. La gente quedó encantada, la mayoría deseando conocer en directo una corrida de toros", precisa.
Y algo particularmente emocionante, en el final, la secuencia del indulto del bravo toro "Idílico", grabada en la plaza monumental de Barcelona, abarrotada aquel 21 de septiembre de 2008, con un José Tomás, mito viviente, pletórico de arte y valor, de entrega y dominio, en perfecta comunión toro, torero y púbico.
"El espectador de la sala lo vivió casi como si estuviera en el tendido. Hasta ahí llega la grandeza de esta fiesta", se entusiasma el director, quien finalmente reconoce sobre las dificultades para rodar que "todo ha sido tan imprevisible como el desarrollo mismo de una corrida de toros: hay que escuchar mucho y observar sin cesar, y aún así siempre te quedan cosas por contar".
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