martes, 29 de septiembre de 2009

lo dice el poeta


El poeta catalán y académica de la Real Academia Española Pere Gimferrer, que recientemente ha firmado un manifiesto bajo el título ‘La Libertad' y en contra de la posible prohibición de las corridas en Cataluña, ha concedido una amplia a La Razón en la que analiza en profundidad este tema y repasa la importancia de los toros en la cultura española.
Antes que nada, Pere reconoce a la periodista Patricia Navarro haber disfrutado muchísimo este fin de semana en Barcelona porque "José Tomás estuvo admirable, muy en su estilo, aquellas manoletinas después de pinchar al toro. Esos pases que sólo los da él, por los da de otra manera. Y la faena de Morante y en particular Manzanares. Aquí hay mucha poesía y mucha plástica, como siempre han dicho muchos poetas como Lorca, Alberti, Miguel Hernández...".
Nadie está obligado a ir a los toros. A Miró le gustaban los toros y es el representante de la vanguardia del catalanismo cultural
Con el transfondo de la Iniciativa que pretende abolir las corridas, Gimferrer asegura con rotundidad que "sería un disparate. El argumento más evidente es que nadie está obligado a ir a los toros. Y luego habría que averiguar de qué estamos hablando. No está muy claro si el problema es la defensa de los animales o que entienden que es algo ajeno a Cataluña. Lo segundo es indefendible. Antes he nombrado a Alberti, a Hernández o a Lorca, pero podría hablar de Picasso, de Miró, de Dalí, de Barceló; hablo de pintores por dar continuidad al tema. ¿Hay que prohibirlo también? ¿Todo esto es ajeno a Cataluña? Entonces, tengo en mente las fotos de Miró toreando en una plaza. Digo Miró porque es uno de los representantes de la vanguardia del catalanismo cultural".
Preguntado sobre si hay una necesidad social en Cataluña de prohibir los toros, el poeta habla claro: "¿Y entonces los que estábamos en la plaza? Y los que no estaban tampoco creo que estén afectados. Esto suponiendo que la argumentación sea sociocultural. Si lo que preocupa es el animal, entonces hay que prohibir también la cacería. A nadie se le obliga a ir a los toros y mucho menos a torear".
Prohibir limita la libertad, manifiesta el desprecio a los valores culturales. Alberti era taurino y también era defensor de la independencia
Por ello, Piere llama a todos los aficionados a "manifestar su opinión en la medida de lo posible. A mí no me gusta el fútbol, por ejemplo, pero no por eso voy a pedir que lo prohíban. No se me pasa por la cabeza. La idea de prohibir los toros contiene tres puntos que no puedo compartir: limita la libertad del que hace algo porque lo desea y no obliga a nadie a hacerlo. Encierra manifiestamente el desprecio a valores culturales catalanes y no catalanes, y tiene una idea errónea tanto del pasado como del español y del sentimiento de pertenencia. ¿Qué hacemos en Madrid en la Transición con la imagen de Bergamín y Alberti en Las Ventas? Alberti llegó a defender la independencia de Cataluña", explica.
El poeta que ocupa el puesto en la Academia de Vicente Aleixandre, se detiene en la figura del antitaurino: "Cernuda lo era y era sevillano. No tiene que ver con Cataluña. Miró podía ser taurófilo y en cambio he encontrado gente contraria a la Fiesta en Córdoba. Los antitaurinos vienen de muy lejos, los podemos situar ya con Eugenio Noel, en la Generación del 98".
Finalmente, Pere Gimferrer reconoce que lo que más le atrae del toreo "es la belleza, , pero también el riesgo y la imprevisibilidad. Es como un poema visual en movimiento y con muchos factores. Comparado con el léxico de un poeta son pocos los pases que maneja de manera aislada, pero cuando empieza a actuar se multiplican hasta el infinito. Esto lo desarrolla muy bien Paco Brines. El toreo se asemeja al ballet, su indudable gestualidad en el espacio, pero no es lo mismo. Con la poesía, son artes de instantes sucesivos que cada uno tiene valores absolutos. Y con la pintura tiene una semejanza evidente".

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