ALARMANTE CARESTÍA
Es inconcebible la actitud de algunos ganaderos de reses bravas [¡esto de “bravas” es un decir!], que en estos momentos han puesto por las nubes los precios de sus descastados bureles, máxime si de “TOROS” sólo llevan el nombre, ya que venden como tales, a inválidos NOVILLITOS de menos de tres años y medio de edad y por debajo de 380 kilos de peso, basándose en el casi absoluto desconocimiento de lo que es un “TORO” y de lo que es la verdadera BRAVURA, que demuestran actualmente la mayoría de alcaldes, regidores, comisiones y organizadores taurinos en la Sierra Norte del país (donde se ha levantado un mayor número de plazas fijas y de siempre se han jugado toros de CASTA): así, en Bambamarca (Cajamarca), se cobró la friolera suma de 30 mil dólares por una corrida de seis novillitos engordados como pollos a la braza, que lógicamente ni dieron buen juego y rodaron por los suelos en cuanto salieron de la pica…
De hecho, este abusivo mercantilismo está destruyendo la Fiesta Brava en nuestro país, habida cuenta que los municipios (que son en su gran mayoría los que organizan las Festividades Patronales) se ‘ven y se desean’, porque el dinero (que apenas les alcanza para adquirir unos cuantos becerros o vacas de “la región”) ya ni siquiera sobra para pagar a los Matadores y sus Cuadrillas. Agravándose esta cínica actitud de estos simples transaccionistas que se hacen pasar por ganaderos, por la presencia en nuestras plazas, de reses recién herradas (marcadas en frío, con nitrógeno líquido) unos días antes de soltarlas a los ruedos… Cuando todo aficionado sabe que en ganado bravo, los machos y las hembras se marcan (se realiza el herradero o herranza) a los seis meses de nacidos, o en todo caso, antes del año de edad…
Muchos aficionados ya nos están alertando, sobre la posibilidad de que se esté estafando a muchas plazas con ganado pío (cunero, con apenas unas gotas de sangre de las Castas del Toro de Lidia Español señaladas por el Reglamento); de esas conocidas ganaderías de media casta de Puno, Ayacucho, Arequipa etc., que los están comprando por camadas y trayendo a la Sierra Norte, para hacerlos pasar como animales de “PURA CASTA”…¡Y, naturalmente, cobrar como si fueran traídas de Colombia, o de España!
Ya lo hemos dicho: no son los “contras” o “ultras” o “defensores de los animales o pseudoecologistas los que van a acabar con la Fiesta Brava en el Perú; sino algunos inescrupulosos pseudoganaderos, que han encontrado una veta de oro, en timar
incautos… y la mayoría de los propios profesionales del toreo y los aficionados, que permitimos el fraude…
¡Suerte, espectaor!
Estuardo Villanueva
miércoles, 26 de agosto de 2009
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