Ha empezado pronto y con dos orejas de un toro en las manos. Casi en silencio, nublado por el temporal y una suspensión con polémica, Encabo es, a día de hoy, triunfador del ciclo de Ajalvir, una feria en plaza portátil, pero la primera del año.
- Luis Miguel, un inicio temprano y en positivo ¿sirve?
- Sí, interiormente, sí sirve. Empezar tan pronto y que salga bien es positivo y claro que sirve. Sobre todo, sirve interiormente, también para reflejar la ilusión y las ganas y poder transmitirlas en el ruedo.
- Tal vez sirva, pero el que repite en Ajalvir es Sánchez Vara.
- Sí, a la empresa le habrá convenido más esa opción.
- ¿Encabo es hoy el torero que quería ser hace diez años?
- Indudablemente, y a la vista está, todavía no. En el toreo siempre se puede seguir avanzando. Yo sigo mi línea, mi idea, mi tauromaquia, pero todavía no he alcanzado el sitio que busco.
-No hace tanto se decía que era el heredero natural de la tauromaquia de Esplá, pero el vacío que dejó el maestro sigue sin ocuparse.
-Bueno... Yo creo que las formas del maestro era suyas, muy propias, y es verdad que yo comparto bastantes, pero cada uno tenemos su personalidad. Compartimos ideas en aspectos como la lidia ordenada, también la variedad.
- ¿Y busca ocupar ese hueco?
- Yo no busco nada, busco mi toreo, mi concepto, torear cada día mejor.
- Madrid siempre le sirvió a Encabo como trampolín. ¿Es la única tabla de salvación?
- No sé si llamarlo así, pero Madrid es importantísimo. Madrid es la base fundamental para dar un salto importante. Ya el año pasado, en agosto, pude dejar buena imagen y dar una vuelta al ruedo. Madrid siempre me ha dado cosas positivas y hay una sinergia entre la afición de Las Ventas y mi toreo.
- Como siempre dicen los toreros que ahora están en su mejor momento... ¿en qué es mejor el Encabo de 2011 que el de 2009, por ejemplo?
- En un reposo interior que antes no tenía. No me preocupan las cosas que no están a mi alcance. Antes, por ejemplo, me enfadaba si hacía viento o lluvia, ahora solo me ocupo y me preocupo de prepararme y de estar mentalizado. Me obsesiona ser consciente de disfrutar de cada momento, sea donde sea. Cuando pase el tiempo, echaré en falta el banquillo y lamentaré no haber saboreado esas sensaciones tan bonitas.
- Hace unos días, El Cid anunció como gesta matar miuras y victorinos... Usted, que conoce todas la ganaderías, ¿cree que tiene más mérito bregar con esas duras que con los cuvillos, victorianos o pilares?
- Llegar a figura es difícilismo y todos los que están arriba se lo merecen, no tengo ninguna duda. Hay caminos más fáciles y otros más difíciles, cierto, pero en un porcentaje muy elevado, el toro es justo y coloca a cada uno donde debe estar.
- Pero usted preferiría matar las segundas a las primeras ¿no?
- Luis Miguel Encabo lo que quiere es torear y que le traten con respeto.
- Un compromiso para este año.
- El compromiso es el de intentar llegar a Madrid y que haya suerte. Este año toca, estoy convencido. Pero no hay un compromiso distinto
- Que haya suerte en Las Ventas es dificilísimo.
- Madrid lo magnifica todo. Los toros son los de mayor presencia y esa circunstancia no confluye con que sean los de mejor nota o los de mejor morfología... Madrid es extremo en todo, por eso es tan difícil y tan bonito.
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