sábado, 31 de julio de 2010

los aficionados del mundo apoyan la fiesta brava de CATALUÑA


Las corridas de toros desaparecerán para siempre en Cataluña, en el noreste de España, después de que así lo decidiese hoy su Parlamento regional en Barcelona, en un pleno histórico que se siguió con gran expectación tanto en el país como fuera de las fronteras españolas.

De los 135 diputados regionales, 68 votaron a favor de la abolición de la llamada fiesta nacional española en Cataluña, mientras que 55 lo hicieron en contra. Nueve diputados se abstuvieron y uno faltó al pleno.
La prohibición, que se estima que alentará iniciativas similares en otras partes del país, entrará en vigor el 1 de enero de 2012.
Sólo afecta a La Monumental de Barcelona, la única plaza de toros que funciona en una región de 7,4 millones de habitantes y a cuyos propietarios tendrá que indemnizar el gobierno catalán con un monto que se estima entre los 300 y los 500 millones de euros.
Con el anuncio del resultado, la Cámara catalana se dividió entre los aplausos y la alegría de los diputados antitaurinos y la desolación de quienes defienden la tauromaquia.
Desde las tribunas de invitados reaccionaron de igual manera los defensores de los derechos de los animales, entusiasmados, y las personalidades del mundo del toro que acudieron a presenciar la votación, entre ellas algunos que no pudieron evitar las lágrimas.
Las reacciones a una decisión que ha levantado gran polémica en España llegaron desde todos los rincones del país.
El conservador Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy, el principal de la oposición española, anunció una iniciativa para que el Parlamento español deje sin efecto la prohibición catalana.
Para lograr el veto fue decisivo que los dos grupos mayoritarios en el Parlamento catalán, Convergencia i Unió (CiU, con 48 diputados) y el Partido Socialista (PSC, con 37), dieran libertad de voto en sus filas.

Los primeros votaron mayoritariamente a favor del veto.
La mayoría de los socialistas lo hizo en contra, entre ellos el mismo presidente del gobierno regional de Cataluña, José Montilla.
"Yo he votado en contra de la prohibición porque creo en la libertad, porque hubiera preferido que la continuidad o no de las corridas formara parte de una decisión tranquila y normalizada de los hábitos sociales de los catalanes y, en consecuencia, de la imparable cultura a favor de la protección de los animales, antes que por cualquier imposición legal", dijo Montilla poco después de conocerse el resultado.
Los independentistas de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) votaron en bloque a favor de la desaparición de las corridas, igual que Iniciativa per Catalunya-Verds (ICV).
El conservador Partido Popular (PP) y el antinacionalista Ciutadans votaron en contra.
Aunque la de hoy es una decisión histórica en un país en el que la tradición de los toros se vive desde hace siglos, Cataluña no es la primera región que prohíbe la fiesta. Ya lo hicieron las Islas Canarias en 1991, si bien allí hacía ya muchos años que no se celebraba una corrida.

El camino que culminó hoy con el veto de los toros por parte del Parlamento catalán comenzó en diciembre, cuando la mayoría de la cámara se pronunció a favor de abordar una iniciativa legislativa popular (ILP) que, impulsada por la plataforma Prou! (Basta) bajo el argumento de que las corridas son "una tortura" y un "maltrato evitable", logró recoger 180 000 firmas, 130 000 más de las necesarias para llegar al Parlamento regional.
Lancen un "mensaje de compasión y progreso a la humanidad", pidió a los diputados antes de la votación la portavoz de Prou!, Anna Mulà.

"Escuchen el grito de una sociedad que se replantea sus propias tradiciones y el deseo del pueblo de aquello que considera moralmente inaceptable", dijo.
El debate sobre la desaparición de los toros en Cataluña, no obstante, se ha interpretado desde diversos sectores como un debate de trasfondo político, más allá de una cuestión relacionada con los derechos de los animales, enmarcado en el enfrentamiento identitario por parte del nacionalismo entre lo catalán y lo español.
"Lamento las pretensiones de los que han querido hacer de esto un termómetro de la relación Cataluña-España", dijo el presidente Montilla al respecto. "Se ha querido buscar una confrontación (con España) que no es tal. En el resto del Estado también hay abolicionistas", indicó por su parte el líder de ERC, Joan Puigcercós.

1 comentario:

  1. Como no vamos a apoyar nuestra fiesta? Me uno a ese grito, no hay derecho a que nos confronten, todos somos españoles, todos queremos lo mismo ¿Qué esta pasando? Solo piensan en el toro? y ¿El torero? Es triste llegar a lo que se llega por culpa de unos cuantos que incitan a unos incautos a meter "bulla" No se donde vamos a llegar.
    Saludos

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